miércoles, 16 de noviembre de 2011

Primer cuento seleccionado.


Este cuento fue escrito por la alumna Malena Rebecca de 5º año B y fue preseleccionado para la final.

Caléndula
Entonces de nuevo venía a mi mente el pensamiento inconcluso de su esencia pasional, de su aliento de verbena y de su piel de crema.
Impotencia eterna sentía al no poder tener de manera plena su recuerdo junto a mi Ser. Mas en mi cabeza bailaba interminables acordes de una orquesta primaveral que sonaba todas las noches dentro de mi palacio mental.
Quería sentirla y apretarla fuertemente contra mi cuerpo mientras veía cómodamente desde mi posada cómo las noches y los días pasaban detrás de mi ventana como una película sin fin.
La vida era una canción que sólo utilizaba las notas buenas, un pastel de frambuesas y esperanza. La vida con ella, era entonces, la plenitud divinamente sensacional que la humanidad imaginaria habría de desear en una noche de verano .
Heme aquí, recostado en mi fría cama abrazando la nada y saboreando el vacío.
Hay momentos, puedo jurarlo, en los cuales puedo escuchar eternamente a la soledad que entra por mi puerta principal. He intentado de cerrarla con más de mil quinientos candados y ochenta y dos llaves inglesas; pero la soledad entra y se da un paseo por los alrededores de mi cuerpo todas las noches de abril.
Miro a mi lado y juego a inventar personas con los pliegues que las sábanas blancas me muestran.
Por lo general, la veo a Minta y la recuerdo. Hermosa con su largo pelo color primavera, con su sabor a miel con nuez moscada y su mirada de alondras calmas, dormida, viajando por el universo fantástico de los sueños irreales mientras fantaseo con poder volver a acariciar su rostro pluscuamperfecto y poder dejar que mis manos se desvanezcan en las curvas aromáticas de su piel.
Tomo aire, bien profundo y en ocasiones puedo hundirme en su ser, puedo respirar sus otoños y también puedo ver lo que sus ojos almendrados ven.
Recordar su olor siempre fue lo que más me ha costado ya que es tan preciso, puro, único y brillante que por más de que haga fuerza y apriete las manos no puedo sentirla en mi nariz pero sí en mi mente.
Doy vueltas en mi cama y me tapo y me destapo.
Realmente intento de revivirla con la mente pero a medida que las estaciones pasan, Minta cada vez está más lejos y yo cada vez más cerca de olvidarla por completo.
No quiero perderla, no quiero perderla, quiero atrapara aunque sea mentalmente. Quiero tenerla sin sentir nostalgia ni angustia. NO QUIERO SENTIR pero mis sentidos terrenales en traicionan y me recuerdan las sensaciones hermosas que hoy repudio con mi alma entera. Las sensaciones y sentires que una vez amé y disfruté hoy son el castigo sensorial del que no puedo escapar mientras sea un humano carente de virtudes.
Estoy solo con el castigo eterno del recuerdo carnal de los sentidos vitales que una vez “aggiornaron” mi vida y hoy, la destruyen.
Malenä RebeCCa

2 comentarios:

Malena dijo...

Te quiero!!! Te veré el 14 por la noche! ♥
Qué bueno que te gustó el cuento.

PD: Al fin encuentro tu blog....cuatro años después.

Malena dijo...

Ah!! me olvidaba...Elegiste muy bien la imagen. Combina con lo que imaginé.