Adultos
Madres
Dorothea Lange, 1935 |
Nadie reparó en mirarla. Tenía la figura devastada por unos
favores innecesarios que hubo de hacerle a la estirpe, que dicho sea de paso,
nunca fueron devueltos. Fue ella y todas las de su clase. Fue la efigie de los
anónimos en ninguna moneda. El peso de la raza seguirá descansando en sus
hombros y quizá nunca reciba nada a
cambio, ni tampoco lo espere. Emiliano Gastón Costa
Hacia la Luz (32 palabras)
Las horas
pasan y la espera continúa. El Portal permanece aún cerrado. Miro hacia atrás y
un sinfín de almas expectantes se encolumnan impacientes. Compartimos el mismo
sentimiento: todos anhelamos la SALVACIÒN.
Julio Roca
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